La reordenación de la plaza de la iglesia de Bolvir nace con la voluntad de crear superficies planas para los usuarios. Tanto en la entrada de la iglesia como en el punto del nuevo mirador, las superficies planas conviven con la pendiente que la plaza debe salvar.
La diferenciación de materiales acentúa los espacios, dando una textura diferente para tráfico y estancia, así como el mobiliario y vegetación que acompañan y recogen las zonas de parada del proyecto.